
Grasas blancas: ¿qué son y para qué sirven?
Las grasas blancas son lubricantes semisólidos formulados con aceites de alta pureza, espesantes (litio, aluminio o espesantes inorgánicos) con aditivos y a veces con lubricantes sólidos como PTFE o cerámicos. Su tonalidad clara las hace ideales donde la limpieza es crítica. A veces se suelen denominar grasas blancas a las pastas blancas y debe notarse que estas últimas solo se utilizan en regimenes de fricción limite o mixta (desplazamientos lentos) y las mismas contienen altos contenidos de lubricantes sólidos para efecto particionante.
Principales beneficios
- Alta resistencia a la temperatura de operación
- Protección anticorrosión: forman una barrera duradera contra la humedad y agentes agresivos.
- Bajo mantenimiento: el color blanco facilita la detección temprana de suciedad o desgaste.
- Compatibilidad alimentaria: versiones NSF H1/H2 aptas para contacto incidental con alimentos.
Usos más comunes
- Rodamientos, rulemanes y cojinetes en maquinaria de alimentos, farmacéutica, electrónica y textil.
- Montaje de piezas: uniones roscadas y bayonetas en aceros y metales no ferrosos.
- Procesos de alta temperatura: forja, extrusión y laminado en caliente.
- Equipos de precisión: válvulas, pistones y moldes donde no se toleran lubricantes oscuros.